lunes, 27 de mayo de 2019

Las cartas de amor de Manuela Sáenz a Simón Bolívar

Las cartas de amor de Manuela Sáenz a Simón Bolívar


Publicado: 2014.11.06 - 20:10:21   /  web@renciclopedia.icrt.cu  /  Lázaro Sarmiento Sánchez
  
“General Simón Bolívar. (P) Señor mío, mi amor: No me basta decir te quiero; por eso lo escribo, por la necesidad y el apremio de mi pecho. Quiero grabarlo en las nubes, en el cielo de mi Quito quiero; en el Pichincha es mi anhelo, y en su Colombia como una antorcha, inundada de luz por nuestro amor y por la gloria. Lléveme con usted al mismo abismo, donde grito y ruego que lo quiero. Deje usted allí crecer mis besos y esos besos suyos bajo el sol de la esperanza y en silencio, como crecen las flores en esa tierra suya donde vieron nacer su hombría y sus desvelos. (P) Su Manuela”.

Sin lugar a dudas, el epistolario “Las más hermosas cartas de amor de Manuela a Simón”, nos revela una pasión de amor desenfrenado entre estos dos protagonistas de la historia de Nuestra América.

En ellas se presentan los detalles amorosos, las palabras de encanto y la emoción intensa que, desde el primer encuentro, se estableció entre la valiente, culta, hermosa y temeraria quiteña, y el héroe triunfante.

En su verbo es posible percibir al Bolívar varón encantador, galante, rendido ante la belleza de la mujer que embelesó su corazón y coronó su gloria con la verdad más sencilla de la vida: El amor. En una de sus cartas le escribe Manuela al Libertador:

“Muy señor mío. (P) Mi genio, mi Simón, amor mío. Amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos daría hasta mi último aliento, para entregarme toda a usted con mi amor entero; para saciarnos y amarnos en un beso suyo y mío, sin horarios, sin que importen el día y la noche y sin pasado, porque usted mi señor es el presente mío, cada día, y porque estoy enamorada, sintiendo en mis carnes el alivio de sus caricias. (P) Le guardo la primavera de mis senos y el envolvente terciopelo de mi cuerpo, que son suyos. (P) Su Manuela”

Para el destacado intelectual venezolano Luis Britto, la paradigmática correspondencia entre Manuel y Simón es poco conocida y merece ser difundida, sobre todo entre los jóvenes, para que comprueben la capacidad humana de revolucionarios de esa talla, con similares dimensiones de amantes sin límites. Dice Luis Britto, que en sus cartas Manuelita, demuestra ser una fina literata, capaz de traducir en palabras los más sutiles sentimientos y conceptos:

“General Simón Bolívar. (P) Mi amor: yo me siento muy afligida por la circunstancia de usted. No puedo más con mi pasión que lo venera a usted. Ya conoce mis sentimientos y todo lo que es para mí. Me reanima saberlo dentro de mi corazón. Lejos mi libertador no tengo ni descanso ni sosiego; solo espanto de verme tan sola sin mi amor de mi vida. Usted merece todo; yo se lo doy con mi corazón que palpita al pronunciar su nombre. (P) Manuela, que lo ama locamente”.

Los que han leído el epistolario “Las más hermosas cartas de amor de Manuela a Simón”, saben que en cada página vibra la pasión y el amor. Del talento literario y goce expresivo de Bolívar dan cuenta fragmentos tales como: “Tú quieres verme, siquiera con los ojos. Yo también quiero verte y reverte y tocarte y sentirte y saborearte y unirte a mí por todos los contactos”.

Muchas de las cartas y documentos publicados en este volumen, hasta hace muy poco, eran prácticamente desconocidos en Venezuela. Una buena parte están tomados de los papeles salvados que Carlos Álvarez editó en Ecuador y los dio a conocer al mundo.

En otra de sus misivas Manuelita, expresa a libertador: “Por su amor seré su esclava si el término amerita, su querida, su amante; lo amo, lo adoro, pues es usted el ser que me hizo despertar mis virtudes como mujer. Se lo debo todo, amén de que soy patriota”.


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